El Legado de la Historia

    La historia de la ciudad de Murcia  puede leerse paseando por sus calles y plazas, ya que la ciudad atesora un patrimonio diverso y de marcada importancia reflejo de su evolución en el devenir de los tiempos.

    Entre los numerosos monumentos que salpican sus calles se eleva la Catedral de Santa María, pieza clave del Barroco español. Junto a ella, otro emblema del barroco religioso murciano: el Palacio Episcopal.

    Son múltiples los edificios religiosos que comparten protagonismo con los anteriores, entre ellos el Real Monasterio de Santa Clara, erigido sobre las ruinas de un palacio musulmán del siglo XIII, la iglesia de Santo Domingo, el Santuario de la Fuensanta, pieza barroca del siglo XVIII, la iglesia de Nuestro Padre Jesús Nazareno, donde está ubicado el Museo Salzillo, y un sinfín de otras tantas iglesias, conventos, parroquias, ermitas y santuarios que se encuentran esparcidos por todos los rincones del municipio.

    En relación a la arquitectura de carácter civil, Murcia posee igualmente elementos emblemáticos como el Palacio Almudí, antiguo pósito municipal de trigo, el Casino, en el que destaca la decoración neonazarita del Patio Árabe, el Palacio de San Esteban, sede de uno de los primeros colegios jesuitas de España, el Teatro Romea, monumental edificio de estilo ecléctico que lleva el nombre del genial actor, o los jardines de Floridablanca y de la Seda.

El placer de la Cultura

    Asimismo la ciudad alberga multitud de museos y salas de exposiciones: el Museo de Arqueología, el Museo Ramón Gaya, el Museo Salzillo, que encierra las magníficas tallas que componen los pasos procesionales de Semana Santa o las piezas que integran su Belén. También interesa visitar el Museo Taurino, el Museo Hidraúlico, Museo de la Ciencia o el Centro Regional de Artesanía. Pero esto sólo es una pequeña muestra cultural que ofrece Murcia.

De Fiesta en Fiesta

    De carácter laico o religioso, influidas por el ciclo estacional de las cosechas o por acontecimientos históricos, las fiestas de Murcia reflejan el sentir de unas gentes extrovertidas y mediterráneas. Desde las Cuadrillas de Animas a los Autos de Reyes Magos, el Carnaval, la Semana Santa, la Feria de Septiembre, los Moros y Cristianos, el Bando de la Huerta o el Entierro de la Sardina, son excusas excelentes para pasar unos días en la ciudad.

El entorno natural

    La Huerta de Murcia ha sido desde tiempo inmemorial un ecosistema de gran importancia en la Región de Murcia, con un paisaje agrario de enorme valor. Sus tierras cumplen una función ecológica esencial como área de producción vegetal y "pulmón verde" del municipio y convierten a la Región en una de las mayores productoras y exportadoras de frutas y verduras a nivel nacional. A ello se añade la cercanía del imponente Parque Regional de El Valle y Carrascoy.

    Murcia atesora una gastronomía que es punto de encuentro de productos de excepcional calidad, con un recetario variado, imaginativo y tradicional, en el que se reflejan las influencias de los múltiples pueblos que se han asentado en la región a lo largo de los siglos.  

    Un ejemplo de menú murciano, podría estar formado por unos entrantes, a escoger entre zarangollo, michirones o un caldo con pelotas. Después, un buen arroz con verduras o  arroz con costillejas; si se desea carne, se pueden degustar unas chuletas de cordero al ajo cabañil y si la elección es pescado, una dorada a la sal o unos salmonetes del Mar Menor. Y de postre, los tradicionales paparajotes.